domingo, 19 de noviembre de 2017


CUANDO ESCRIBO UN POEMA...


Cuando escribo un poema,
son lluvia de diamantes 
zafiros y madre perlas al viento 
al sol y las estrellas.

Cuando mi pluma escribe
un poema nace 
de labios y sueños,
de quietos soles, 
 golfos, colinas y diamantes 
de fuego justiciero.

Cuando mi pluma coge mi mano
no se detiene, a veces duda
entre cielos blancos y azules, 
entre ríos y montes verdes.

Cuando escribo mis poemas,
no son para ti, 
ni lo son para nadie, 
y a la vez lo son para todos, 

Son poemas que nacen
de un hombre constante
que ama la vida, 
y su propia historia.

Isidoro Ortega Contreras.

sábado, 18 de noviembre de 2017


LA VENGANZA EN EL AMOR ES LA MUERTE...


Hoy no me dijeron 
nada tus ojos,
tu cara, tu cuerpo,
pero no me importo
yo no los miré.

Para mi fue vana
realidad tu figura, 
tu cara, y tu sonrisa, 
nada me importaron.

Mi pasión por ti
fue una mala 
costumbre
un amor vacío
un pozo sin fondo
en el olvido.

La única venganza
en tu amor 
es la muerte, 
es el olvido.

Isidoro Ortega contreras.

miércoles, 15 de noviembre de 2017


LO DICE UN PAPEL SOBRE LA MESA


Bien lo dice mi pluma
sobre la mesa en un papel 
dejando constancia
en nubes de sentimientos.

A veces mis suspiros 
quedan en el aire 
acompañados 
de tristezas y recuerdos  
en el pensamiento.

Quisiera volar a otros cielos,
allí, a donde los sonidos 
las palabras duermen
en un silencio al que yo 
no llego a entender.

Bien lo dice mi pluma
sobre la mesa dejando 
constancia en un papel. 

¡ Quiero amarte siempre, 
pero sin temer al vértigo 
de tu ausencia !

Isidoro Ortega Contreras

lunes, 13 de noviembre de 2017

TU BIEN LO SABES...


Desde siempre 
pienso en ti, 
tu bien lo sabes,
me acostumbre 
a quererte y no 
puedo olvidarte.

Llegaste a mi vida
como un relámpago, 
como un rayo de luz
que me hizo soñar,
enredándome 
en tu vida con tus 
letras, tu cara y tu 
bella sonrisa.

Tu bien lo sabes que 
en tan larga espera
necesito tus besos,
tu nombre y tu cuerpo.

Isidoro Ortega Contreras.

viernes, 3 de noviembre de 2017

UN MAR DULCE DE OLAS BLANCAS


Hay un porque para todo, 
incluso para hacer lo contrario
a lo que sentimos aunque 
el dolor nos invada 
nos llegue al alma.

Se que me perdí en 
la soledad sin el 
calor de un amor 
en una tarde sigilosa
de un triste crepúsculo.

De mi caen lágrimas 
sobre rosas rojas 
las que hoy se desojan 
de tristeza en un mar 
dulce de olas blancas, 
allí, adónde el corazón
está vacío y más 
se siente el dolor.

Isidoro Ortega Contreras.