lunes, 23 de enero de 2017

LA HIPOCRESÍA...


¿ Adonde está la belleza, en las mentiras. 
En las falsas palabras y pensamientos ?

Si al menos fuéramos 
capaces de recordar
momentos vividos...

¡ Cuanta falsedad 
destilan los sentimientos !
Y las palabras,
junto a miradas vanas,
mentiras, sonrisas
y falsos testimonios.

¡ Cuanta es la hipocresía !

Y no importa ser hipócrita... 
porque aun que estés rodeado 
de gente antes o después 
siempre estarás sol@.
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No va dedicado a nadie
en particular. Simplemente
es la forma de pensar
que yo tengo de la hipocresía.

Isidoro Ortega Contreras.
  

EN PAZ. De "Amado Nervo"

Muy cerca del ocaso, yo te bendigo vida,
porque nunca me diste esperanza fallida,
ni trabajo injusto, ni pena inmerecida;

porque veo al final mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de de mi propio destino;

que si extraje miel o hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando plante rosas, coseché siempre rosas.

... Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡ más tú no me dijiste que mayo fuese eterno !

Hallé sin dudas largas noches de mis penas;
más no me prometiste tan sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas altamente serenas...

amé y fui amado, el sol acarició mi faz.
¡ Vida, nada me debes ! ¡ vida nada te debo !
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En paz de "Amado Nevo" puede ser que
" En paz " de este gran poeta Méxicano al 
que admiro sea uno de mis poemas preferidos...

Isidoro Ortega Contreras

EL DÍA QUE ME QUIERAS. AMADO NERVO.


El día que me quieras tendrá más luz que junio;
la noche que me quieras será de plenilunio,
con notas de Beethoven vibrando en cada rayo
sus inefables cosas,
y habrá juntas más rosas
que en todo el mes de mayo.
Las fuentes cristalinas
irán por las laderas
saltando cristalinas
el día que me quieras.
El día que me quieras, los sotos escondidos
resonarán arpegios nunca jamás oídos.
Éxtasis de tus ojos, todas las primaveras
que hubo y habrá en el mundo serán cuando me quieras.
Cogidas de la mano cual rubias hermanitas,
luciendo golas cándidas, irán las margaritas
por montes y praderas,
delante de tus pasos, el día que me quieras...
Y si deshojas una, te dirá su inocente
postrer pétalo blanco: ¡Apasionadamente!
Al reventar el alba del día que me quieras,
tendrán todos los tréboles cuatro hojas agoreras,
y en el estanque, nido de gérmenes ignotos,
florecerán las místicas corolas de los lotos.
El día que me quieras será cada celaje
ala maravillosa; cada arrebol, miraje
de "Las Mil y una Noches"; cada brisa un cantar,
cada árbol una lira, cada monte un altar.
El día que me quieras, para nosotros dos
cabrá en un solo beso la beatitud de Dios.