La voz del destino me habla
fabrica en mi la música
el impulso de estar siempre
en la magia de lo que amas.
Reconozco los segundos
que se adelantan a mi destino
como un relámpago
que anuncia el final de la lluvia.
Soñador que en diferentes
lugares sueñas con
mundos perfectos,
mundos que existen,
aunque tu solo puedas ver
el reflejo de las estrellas.
Mis letras sienten dolor
cuando arrecia el viento.
Gritando miran al cielo
y sin destino mueren de frío.
Isidoro Ortega Contreras.