martes, 24 de octubre de 2017


OCURRIÓ EN UN HERMOSO DÍA...


Como empezar mi relato... Si, fue así, era un 
hermoso día de verano en el que sin saber porque 
intuí que algo extraño iba a ocurrir en mi. 

Y así fue cuando subí a aquella escalera 
sufrir tan desgraciada caída, ya anunciada 
desde 3,50 metros de altura ¡ y sin remedio !

La caída solo fueron unos segundos
tiempo más que suficiente 
para darme cuenta de todo,
 y tiempo para pensar que esto 
me estaba ocurriendo a mi.

Ya en el suelo y maltrecho, 
Dios estaba junto a mi y se que 
me decía no tengas miedo 
porque yo estoy a tu lado 
y no te voy a abandonar.

Y así fue, porque mi recuperación es  muy 
rápida casi anormal para una fractura tan
importante como lo a sido en el fémur.

Doy gracias al doctor Salvador Amor 
y a Dios, por no abandonarme y 
estar en todo momento conmigo. 

Puedo ya puedo decir que este cuerpo dolorido
y maltrecho fue una desgraciada historia 
ocurrida que sin lugar a dudas 
va a terminar en un feliz final. 

Jamás des paso negativo a la mente, 
es la peor medicina para tu cuerpo.
¡ La mejor ser valiente tener fe, 
esperanza y mucha paciencia !

Isidoro Ortega Contreras.   

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