LUCEROS DE FUEGO...
Volare sin alas hacia ti
te amare en silencio
sin estar a tu lado.
Llegaste creando
bellos sueños
aportando colores,
bellas sensaciones.
Aunque bien sabido es
que la paloma en su vuelo
nunca se para.
Vientos enfurecidos,
luceros de fuego,
pasión de pasiones.
En la sombra
de la soledad
la paloma en su vuelo
nunca se para.
Y así es como
el poeta y su pluma
en el atardecer
lloran recordándote.
Isidoro Ortega Contreras.
Triste, muy triste...
ResponderEliminarEl desamor en tiempos de virus. Todo comienzo tiene su final.
"La paloma en su vuelo nunca se para"...
Un abrazo solidario Isidoro
Gracias querida Ceciely por tu visita.
ResponderEliminarCiertisimo es que todo lo que empieza siempre tiene un fin.
Un cálido abrazo.