ENTONCES ERAN MEJORES TIEMPOS...
Quien lo diría lo que hoy estamos viviendo
me gustaría poder explicar al mundo todo
el horror que con el corona virus siento.
Hoy a la mente me vienen felices recuerdos.
de mi infancia cuando por calefacción teníamos
una cocina donde se ponía una gavilla de
sarmientos, entonces era la calefacción que había
para calentarnos en los crudos inviernos.
Todos al en rededor los hombres se ponían en los
extremos de la cocina fumando un cigarro que
extremos de la cocina fumando un cigarro que
confeccionaban con un librete de papel que así
se llamaba y se liaban los cigarro para fumarlos.
Cuando les quedaba una pequeña colilla solían
pegarlo a la pared y cuando habían cuatro o cinco
colillas se volvían a hacer un nuevo cigarro.
Entonces un paquete de caldo. Como se llamaba
la cajetilla de tabaco era algo para racionar.
Difíciles aquellos tiempos que después de una
posguerra si tenias buenos informes te daban
trabajo en una labor trabajando de sol a sol
en el campo por la comida, cama y cuatro cuartos
que no daban para casi nada.
Entre historias y cuentos a la luz del carburero
llegaba la hora de ir a la cama con la iluminación
a gas que producía el único caburero
que teníamos de carburo.
que teníamos de carburo.
Hoy lo tenemos casi todo pero no somos libres
ni tan felices como lo eramos en aquellos tiempos.
ni tan felices como lo eramos en aquellos tiempos.
Acompañábamos a nuestros padres al campo,
pequeñas parcelas de tierras arrendadas como
extra de sus trabajo y teníamos que dormir
en una pequeña casa de adobe a los traseros
de la mula en una cama que hacia mi padre
confeccionada con hiervas y ramas de pino.
Nostálgicos tiempos aquellos cuando
yo un niño me despertaba al lado de
mi padre para mi era como un Dios
al que en su soledad trabajando duro en
el campo yo lo acompañaba cada día.
pequeñas parcelas de tierras arrendadas como
extra de sus trabajo y teníamos que dormir
en una pequeña casa de adobe a los traseros
de la mula en una cama que hacia mi padre
confeccionada con hiervas y ramas de pino.
Nostálgicos tiempos aquellos cuando
yo un niño me despertaba al lado de
mi padre para mi era como un Dios
al que en su soledad trabajando duro en
el campo yo lo acompañaba cada día.
Isidoro Ortega Contreras.
Los recuerdos de mi infancia son algo diferentes tambien felices y alegres, mi juventud fue plena en tdos los ámbitos y la recuerdo con cariño, pero mi vida ahora me gusta, a veces pensamos en el pasado y lo que mas echamos de menos es la edad que teníamos mas que lo que hacíamos. Un abrazo
ResponderEliminarMuy cierto Ester. En nuestra infancia sin tener nada lo teníamos todo. Cuándo algo queríamos nos la injeniabamos y con ilusión nos lo fabricabamos todo nosotros. Un abrazo.
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