HERIDAS EN LA NOCHE
Reír no es un lujo
y más cuando
las palabras que
escribes de amor
se olvidan en un
trozo de papel.
Es siempre lo más
cercano a lo remoto es
como la luz en un espejo,
lo más hondo y largo
en las noches cansadas.
Perdido sigue la luz
que le lleve a morir
delante de aquel
espejo mirando a
la rosa que ama.
Isidoro Ortega Contreras.
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