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Y una tarde de sol me cubrirán de tierra, las manos para siempre cruzadas sobre el pecho. Tú, con los ojos tristes y los cabellos blancos, José Ángel Buesa

sábado, 21 de diciembre de 2019

LO MÁS PROFUNDO DEL CORAZÓN HUMANO...


Lo más profundo del corazón humano.

Existe un deseo de felicidad
el alma avanza desea felicidad 
exactamente lo mismo que el hombre buscando placeres.
La diferencia estriba simplemente en que el primero
por conocimiento y experiencia
no va en pos de la felicidad pues sabe que nunca la hallará
buscándola directamente, si no que la encontrara en el servicio
y el amor hacia los demás, mientras que el otro persigue el fuego
fatuo de la felicidad en cada forma de placer y no la encuentra.
El hombre nunca está satisfecho con su vida
siempre busca algo mejor 
hasta que alcanza la sabiduría y experiencia, 
busca eso, algo en el placer,
en la satisfacción de los sentidos, en la riqueza, en el lujo.
Todos los intentos para hallar la felicidad conducen finalmente
a la vaciedad al aburrimiento.
No hay satisfacción en la riqueza ni todo lo que ella pueda 
proporcionar ni alcanzar prosperidad o placer en la vida.
Al principio estas cosas algán y prometen felicidad
pero nos engañan y vemos después que solamente son vanidad
y vejación para el espíritu.
La felicidad sin embargo se encuentra en el servicio, en el amor,
hacia los demás no cuando buscamos la felicidad en el servicio
si no cuando servimos a los demás por el mero hecho de servir al prójimo.
Solo entonces hallamos la felicidad que perdura y satisface,
uno no tiene nada más que prescindir de su propia conviniencias
y realizar alguna acción bondadosa y perfectamente desinteresada
para experimentar un vivo gozo de felicidad de alegría y satisfacción.
Debe haber un propósito en la vida y este debe centrarse
en el mejoramiento hacia los demás. 
Todos podemos obedecer a la ley  de servicio de amor al prójimo
pudiendo empezar ahora mismo en nuestra ocupación presente
no importa cual sea, no basta con cumplir con nuestro trabajo cotidiano
no como un trabajo que tenemos que hacer cotidiano,
no como un trabajo que tenemos que hacer por fuerza
para proporcionar un medio de vida si no 
como ofrenda de amor a la vida al mundo.
Uno siente intensa felicidad  al darse cuenta diariamente
de que antiguos hábitos van corriéndose 
de que se fortalecen puntos débiles del carácter
y que está alcanzando un creciente estado de libertad...
¿ Que tiene esto con la vida practica y cotidiana ?
alguien se puede preguntar muchísimo...
Quien se inicia en esta ley de servicio y amor al prójimo 
nunca podrán ser derrotados en la luchas por la vida,
tienen algo dentro de si mismos que nunca podrá extinguirse
y siempre les conducirá de victoria en victoria.

Isidoro Ortega Contreras.

Con mis mejores deseos de PAZ Y FELICIDAD EN NAVIDAD...