CADA VEZ QUE TE MIRO...
Mis letras vivas me atraen
hablándome con pasión de ti
cuando mis brazos sostienen
mi cuerpo herido y ya cansado.
Cada vez que miro tu boca
la siento en la mía,
a veces me siento como
un niño casi vulnerable ante
un cuerpo etéreo de mujer.
Mis poemas son para que escuches
y que no te quepa duda alguna,
de que un hombre sabio
amándote contempla
amándote contempla
con temor las noches sin luna.
Aunque a veces el eco
de tu voz resuene en mi
como una tormenta de arena
en un desierto sin vida.
Isidoro Ortega Contreras.