FUEGO JUSTICIERO...
Un poema nace
de labios y sueños
de quietos soles
de fuego justiciero.
Cuando escribo un poema.
Mi pluma coge mi mano
no se detiene aunque a veces
duda entre ríos y montes verdes.
Cuando escribo un poema.
Son palabras que laten,
paisajes fresco a la razón
a la belleza al amor.
Cuando escribo un poema
le hablo al viento
por que el viento es libre
y las sensaciones que
trasmite no tienen fin.
Cuando escribo un poema
en una tarde de verano,
ante un tímido sol
mi alma está viva
esta aquí y no dormida.
Isidoro Ortega Contreras.
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